lunes, 13 de febrero de 2017

“Uso y Abuso del Populismo”

Iniciamos la Tertulia con el tema “Uso y Abuso del Populismo”. De entre todas las intervenciones habidas cabe destacar las siguientes:

1ª La RAE  define como Populismo “la tendencia política que pretende atraerse a las clases populares”; así de escueto y claro. ¿Porque entonces nos suena tan mal este vocablo, si por su propia definición encaja perfectamente en una práctica llevada a cabo por toda la clase política?

2ª Son los medios de comunicación, generalmente afines al poder dominante, quienes pudiendo corregir o aclarar el sentido de dicha palabra cuando es pronunciada despectivamente y con mala intención, se limitan a  transmitirla e incluso a darle un sentido todavía más hiriente hacia quien va dirigida.

3ª Acusar de populista es una maniobra que tiene réditos para el demandante y deja indefenso al demandado. Sin necesidad de explicar su significado, cuando se trae a la mano se convierte en un insulto. En definitiva, perjudica. Es uno de esos conceptos mal traído para solucionar problemas de impotencia por falta de vocabulario.

4ª Muy en general son las fuerzas conservadoras quienes más suelen atacar de populismo a las distintas oposiciones, que en determinados momentos intentan oponerse a las políticas llevadas a cabo por los gobiernos representados por los partidos de derechas.

5ª Sin embargo es fácil observar que es la propia derecha quien hace uso y abuso continuado de populismo.

6ª Entonces hay que distinguir sobre la intencionalidad del uso de populismo según lo practique la izquierda o la derecha. Hay que pensar que el populismo de izquierdas pretende liberar a las clases más desfavorecidas, en tanto que el populismo de derechas intenta lograr domesticarlas.

7ª Hay términos muy mal intencionados en política, sobre todo cuando se usan por parte de quien ostenta el poder: a la oposición se la tacha de radical, cuando ésta palabra en su justo término significa ir a la raíz de la cuestión. Quien la aplica, intenta significar la intransigencia violenta del opositor. Cuando el que ejerce el poder se tacha de liberal pretende aparecer como persona abierta a todos los modos de pensamiento y obra. Sin embargo el fondo real es que su pensamiento está anclado tan sólo en el liberalismo económico despreciando todo lo demás.

8ª ¿Fue Jesucristo populista? Cabe pensar que sí, pero en este caso aunque sólo sea por el respeto a su figura a nadie se le ocurriría tacharle de populista en la forma hiriente con que se hace a los movimientos populares.

9ª El populismo no es una cosa que podamos elegir o no, porque el sustrato de mundo político es necesariamente populista. Hay que comprender que no se puede hacer política al margen del pueblo, porque el pueblo tiene una determinada consistencia, habla un determinado lenguaje y tú no puedes cambiarle la forma de hablar.

10ª Si no tenemos un populismo de izquierdas, lo tendremos de derechas. En cualquier caso, es para defender el populismo no como algo bueno, sino como algo inevitable.

11ª En cuanto al uso de la estrategia populista, un buen ejemplo es el papel de la religión en los movimientos políticos. En Latinoamérica, la religión había tenido un importante papel con la teología de la liberación, que de alguna forma trasvasaba el discurso católico al marxismo, y eran muchos los curas que se comprometieron políticamente, incluso llegaron a montar guerrillas.

12ª Determinados movimientos latinoamericanos entendieron que esa posibilidad que tenía la religión de captar la voluntad popular podía ser también utilizada políticamente por la izquierda, y eso fue lo que ocurrió en Venezuela, Ecuador, en los movimientos indígenas en Bolivia e incluso en Argentina.

13ª ¿Por qué son vistos desde Europa como muy malos ejemplos? Sin lugar a dudas, por los medios de comunicación. No han parado de mentir, mentir y mentir. Eso está claro. Ha habido una unanimidad prácticamente absoluta, excepto en medios marginales, para cubrir de basura cualquier movimiento que tuviera alguna posibilidad de enfrentarse al FMI, al Banco Mundial, a la OCDE, a la Organización Mundial del Comercio.
14ª Cuando se coloca la etiqueta “populista” también se juzga a todos aquellos que dan apoyo a tal movimiento. Votar a un populista es votar a un demagogo que, en definitiva, es una mutación del mentiroso. Por ello, se esta metiendo en el saco sin ningún tipo de rubor a miles de personas que por algún motivo están dando su apoyo a tal persona. Por lo tanto, por todas sus implicaciones, el periodista debería ser más riguroso y preciso al utilizar este término, y mostrar un poco más de humildad en sus valoraciones. 

15ª Un populismo tremendamente negativo es aquel que introduce elementos de separación étnica o religiosa que hace que se incomoden unos ciudadanos con otros.

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