Hoy tenemos como tema de tertulia “Sócrates, Jesús, Buda, tres maestros
de vida”. Destacando de entre todas
las intervenciones habidas, las siguientes:
1ª Afín de situarnos en el tiempo decir que, por
orden cronológico, Buda nació hacia
el año 563 a.c. y murió en el 483 a.c. Sócrates
nació en el 470 a.c. y murió en el 399 a.c. y por último Jesús nació hacia el año 4 a.c. muriendo en el año 29 de nuestra
era.
2ª Es de destacar los valores que recoge La Ley
Sagrada (dharma) budista: para los esclavos y siervos, amabilidad; para los
padres, obediencia; para los amigos, compañeros y familiares, generosidad; para
todo ser viviente renuncia a darles muerte, antecedente de un puro ecologismo.
3ª En los tres hay una cierta coincidencia social y
personal. En las tres sociedades donde se crían, los tres tienen en común un clima de clara contestación al poder
establecido por las élites políticas y religiosas. Y eso no dejará de traer
consecuencias en sus vidas y mensajes, marcadamente contestatarios; incluida su
propia muerte.
4ª La busca de la verdad es otro de los rasgos
común a los tres, cierto que en cada uno de distinta manera, pero que en el
fondo entraña un solo fin, conocerse uno mismo
y con ello alcanzar un sentido de la justicia más claro y determinante.
5ª El valor de la independencia frente a la
comodidad y la estabilidad, enfrentándose a un constante preguntarse sobre todo
aquello que se encuentra a su alrededor y más allá. De esta independencia
extrema y de la ausencia total de ataduras sacaron su inmensa libertad.
6ª Inciden los tres en que la lógica del ser es
infinitamente más importante que la del tener; aunque ninguno de ellos
menosprecie la necesidad que tiene la mayoría de la gente de poseer suficientes
bienes materiales para vivir con seguridad y por lo tanto con dignidad.
7ª Justicia y/o aplicación de la Ley. Sócrates lo
dice de una manera muy clara: la Justicia, apunta, no se define, pues es
indefinible, pero se vive en los hechos. En general, tanto Sócrates como Buda y
Jesús constantemente hacen un llamamiento a la aplicación de la Justicia en
contra de la Ley. Reconocen no obstante que el problema de las leyes a veces está
en que no se modifican para hacerlas más justas e incluso en otros casos hacerlas
cumplir hasta las últimas consecuencias cuando se trata de aplicarlas a o por
los que ostentan el poder.
8ª El concepto de Alma, que algo parece tener que
ver con el ser frente al tener; el cuidado del cuerpo frente al conocerse a uno
mismo. Los tres lo plantean de manera distinta pero coinciden en la influencia
que tiene en todo ser vivo ese sentimiento de dependencia sobre algo etéreo que
se continua transmitiendo de generación en generación.
9ª Más allá de las divergencias en la apreciación
entre Buda, Sócrates y Jesús sobre el devenir del ser humano tras la muerte, su
enseñanza converge en el hecho de que nuestras acciones presentes tendrán
consecuencias en una existencia futura. De igual manera cada nacimiento está
condicionado por el anterior.
10ª A menos que tengamos fe, no podemos tener
ninguna certeza sobre la existencia de un más allá o de mundos invisibles.
Pero, como recuerda con humor Sócrates, no tenemos nada que perder si vivimos
en esa convicción. Platón nos ilustra la búsqueda socrática de la verdad
recurriendo al famoso “mito de la caverna”.
11ª La busca de la verdad es claramente diferente
entre los tres. Mientras que para Buda la verdad se alcanza mediante la
práctica introspectiva con técnicas de meditación; para Sócrates aquella solo
se puede alcanzar mediante el razonamiento; en tanto que para Jesús no es
necesario buscarla pues sólo con su presencia la está revelando puesto que Él
procede de Dios.
12ª Sobre la
justicia, Sócrates opina que ante una mala decisión de la justicia (Ley) no
duda en afirmar que se pueden tomar dos opciones: cometer injusticia o
sufrirla. La primera resulta un mal mayor en tanto que la segunda es un mal
menor. Buda manifiesta que todo individuo tendrá que padecer las consecuencias
de sus malas acciones según la justicia inmanente del “Karma” (energía
trascendente). En cuanto a Jesús, se remite más a la justicia divina que a la
humana.
13ª Una reflexión que puede ayudar a clarificar
mucho sobre los diversos mensajes aquí emitidos es la siguiente: la relación
explícita con Dios, el cumplimiento de las oraciones rituales y las reglas
religiosas sin duda pueden ayudar al creyente, pero nunca son la garantía de
una conducta ejemplar ni de una vida buena. Inversamente, la ausencia de
religión no impedirá a una persona ser verdadera, justa y buena.
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