lunes, 22 de enero de 2018

“Ejemplaridad Consumista de Algunos Famosos”


Con el tema “Ejemplaridad Consumista de Algunos Famosos” se da inicio a la Tertulia. Destacando de todas las intervenciones las siguientes:

1ª El consumo ético requiere introducir aspectos valorativos a la hora de consumir o de optar por un producto. Se hace especial énfasis en la austeridad, es decir, se trata de discernir entre las necesidades reales y las creadas por la publicidad que incentiva el consumo como forma de alcanzar la felicidad y el bienestar (consumismo). Esta mirada crítica lleva a una reducción en la cantidad de productos consumidos y por lo tanto disminuye el volumen de basura y la contaminación que se produce en la producción y el consumo.

2ª A menudo creemos que los famosos no conocen la vida de una persona común. Pero entre ellos también hay algunos que a pesar de sus capacidades financieras ilimitadas, prefieren la sencillez en las formas de vestir sin manifestar grandes signos de ostentación, mereciendo por ello respeto y admiración. Recordemos aquel dicho de que a la persona se la recibe según viste, pero se la despide según ha hablado.

3ª Hemos de tener en cuenta que el mal ejemplo que determinados famosos muestran ante el espectador no sólo hay que achacárselo a ellos. Todos ellos disponen de grandes asesores de imagen y de inversiones en determinados negocios, pero no se preocupan lo más mínimo en infundirles comportamientos más acorde con lo que debieran de recibir sus admiradores.

4ª La sociedad de consumo parece imparable a día de hoy y en, al menos, un futuro inmediato, pese a que cada vez más se incrementa el número de personas que manifiestan un total desacuerdo con esta forma de vida (lo que no implica que dejen de consumir de acuerdo a los cánones establecidos). Por ello es imprescindible exigir que los medios de comunicación y fundamentalmente las escuelas eduquen en este sentido y penalicen las formas de ostentación que en muchos casos son además horriblemente chabacanas.

5ª No se trata de ir contra el famoso que opta por ese tipo de comportamiento ostentoso, sino contra el sistema y personas que lo manejan. Ellos deben seguir siendo aclamados y admirados por sus capacidades de igual manera que admiramos al investigador que pasa horas y horas dentro del laboratorio como otros muchos famosos casi anónimos.

6ª La clase política muy en general también suele ser muy mal ejemplo para la transmisión de buena conducta consumista; en gran medida por que suele vivir a espaldas del ciudadano. Viste de forma arrogante y se mueve encorchetado entre grandes signos de ostentación. Ejemplos de lo contrario son el exalcalde de Londres Boris Johnson que se desplazaba en bicicleta; la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena que se mueve en metro y quizá el más paradigmático José Mujica, expresidente de Uruguay con un modo de vida simplemente sencilla.

7ª La imagen que ofrecen los opulentos famosos oculta la pobreza de los demás, pero también es cierto que entre las consideradas personas normales también hay una transmisión de opulencia. Con cierta facilidad observamos a críos con vestimentas de altas marcas y aparatos de nuevas tecnologías desproporcionados para su edad.

8ª Algunas citas importantes de algunos famosos para tener en cuenta:

Adam Smith; El consumo es el único fin y propósito de toda producción y el interés del productor debería ser atendido sólo en la medida que sea necesario para promover el del consumidor.

Adolfo Bioy Casares; El lujo es vulgaridad.

Anónimo; Sólo se posee aquello de lo cual uno puede desprenderse; de lo contrario no se es poseedor, sino poseído.

Antonio Gala; Nuestra sociedad ha llegado a un momento en que ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro.

Benjamin Franklin; Cuida de los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco.
El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.
9ª Los cambios, si realmente queremos cambiar, empiezan en el plano personal para después saltar al comunitario, desde el que será posible intentar cambiar las reglas del juego. Un cambio en las reglas de juego impuesto desde arriba que no tiene un bagaje de ciudadanía, de comunidad que lo ha experimentado, que lo apoya o lo promueve, no tiene nada que hacer. Por eso, al igual que con los toros, quien quiera ser consumista empedernido allá él.

10ª Una última reflexión: que pasaría si la totalidad de los humanos consumiéramos en la misma medida que lo que se consume en las llamadas sociedades opulentas, o no todas las personas tienen los mismos derechos. ¿Hasta cuándo este exceso consumista y esta desigualdad?.

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