lunes, 9 de octubre de 2017

“Historia y Función de las Drogas”



Iniciamos la tertulia de este nuevo curso con el tema “Historia y Función de las Drogas”, recogiendo las siguientes intervenciones como más importantes:

1ª Parece ser que el uso de drogas es tan antiguo como la humanidad, por no decir que es de uso corriente entre todos los seres vivos. Es importante señalar cómo fue variando la utilización de sustancias, qué significación se les atribuía y qué actores y prácticas sociales involucraban. De esta manera, podemos distinguir tres períodos que conviven, pero en los cuales la ingesta de drogas adquiere una significación peculiar: un momento de uso religioso, otro de índole medicinal, y otro de utilización social y cotidiana.

2ª las antiguas culturas de Europa y América solían consumir hongos alucinógenos para provocarse estados excepcionales, con fines adivinatorios. Las hierbas como el cannabis (que aparece tempranamente citado en textos antiguos de la Biblia, por ejemplo en la tumba del rey Salomón), el tabaco y el peyote como drogas presentes en las culturas americanas. También en la secta árabe de los hashashins –los asesinos– utilizaban el hashish (hachís) de manera ritual, para provocarse estados especiales de éxtasis religioso y bélico.

3ª En cuanto a las culturas europeas clásicas, como la griega, se puede mencionar la aspiración de sulfuros –presente por ejemplo en el oráculo de Delfos–, con la que sibilas y sacerdotisas buscaban provocarse alucinaciones para interpretar el material onírico y proveer anticipaciones de futuro. Se trataba de un saber de los dioses sobre el futuro, sobre el destino.

4ª El trance casi bordea la muerte. El modelo es el sueño, la creencia de que cuando el alma se independiza del cuerpo, viaja. En esta línea, los egipcios consideraban la muerte como viaje o transmigración de las almas, como reaparece en los mitos de Orfeo.

5ª De la medicina babilónica (5000 A.C.) datan tempranas referencias al uso anestésico del láudano y el opio, prescripto en tablillas de arcilla para soportar intervenciones quirúrgicas.

6ª La cultura egipcia es famosa por su especialización en venenos. Producía sofisticados destilados de sustancias puras: venenos, medicamentos, pócimas y elixires. La producción de sustancias-drogas generó una industria-pharmacopea basada en los herbolarios, que sistematizan las especies vegetales según sus usos y efectos. El más famoso, el Pharmaton del griego Dioscórides, tiene 3000 años y clasificó 500 especies vegetales claves para la medicina griega, como el eléboro, la belladona, la mandrágora.

7ª Hipócrates inicia la tradición de la medicina drásticamente naturalista y definitivamente separada de lo sobrenatural. En sus dietas destacó la nutrición y el aire que se respira como aspectos decisivos. El vino era la medicina griega por excelencia: graduado, medido, combinado. Como hallazgos dietarios se recomendaba la sopa-agua hervida y una receta aún vigente: la tisana de hidromiel y vino caliente para combatir la ptisis o resfrío.

8ª Hipócrates, al ser naturalista, no distinguía entre lo psíquico y lo físico. La manía, melancolía, frenitis y delirio eran para él formas de exaltación de la sensibilidad, cuyas causas naturales eran los humores (bilis amarilla, bilis negra, flema) y sus características (frío-cálido / húmedo-seco, agrega Galeno). Los estados psicopatológicos básicos concebidos según la teoría humoral, se trataban con recursos “farmacológicos” provistos por la pharmacopea.

9ª Para tratar la locura, médicos como Herófilo utilizaban el eléboro blanco o negro, un temible vomitivo violento, que a veces curaba y otras, mataba. Su uso estaba fundamentado en la idea de “expeler” lo “tóxico”, a través de la provocación de vómitos y purgas. Por otro lado, para lograr abortar se hacía uso del “torvisco”.

10ª Andrómaco –médico de Nerón– fundió la tradición egipcia y la griega en complejas recetas de hasta 600 ingredientes que aún figuran en libros de Pharmacopea del siglo XIX. Los saberes druidas de los celtas, expertos en pócimas y ungüentos de vegetales, convivieron con la medicina galena durante la Edad Media.

11ª La línea alquímica de origen egipcio y la tradición galénica de la medicina latina siguieron decursos separados de la medicina árabe, hasta que se fusionaron al reentrar en Occidente, a partir de 1300 con Arnaud de Villanova, quien en sus frecuentes viajes de Valencia, Barcelona y Montpellier, introdujo el alcohol como desinfectante y la interpretación de los sueños para los diagnósticos médicos.

12ª Las costumbres de la vida cotidiana con respecto al uso de drogas, registran recomendaciones médicas griegas para eludir la melancolía. La eutimia se lograba festejando con amigos, la receta era vida social y vino. El vino, adjudicado a Dionisio –de origen Fenicio, o hindú según otros–, y la máquina de cerveza en la tumba de Tutankamen que inspira la actual Tooth, revelan que ambas bebidas celebratorias son tan antiguas como la humanidad.

13ª El vino era el centro de las fiestas dionisíacas, donde festejar significaba tomar en exceso (dosificado y mezclado tenía uso medicinal). En las reuniones de hombres, los grupos de guerreros se organizaban alrededor del vino. Este ayudaba a vencer el miedo, a desafiar al rival, con él aparecían iniciativas y actos heroicos impensables. Nuevos espacios sociales, las Tabernas, dieron sede a reuniones para comer alrededor de una mesa latina, costumbre que se prolongó en la Edad Media.

14ª Según cuenta Skakespeare en sus obras, en las tabernas renacentistas se servía cerveza tibia con mandrágora rayada. De esa época data la novela de N. Macchiavello, “La Mandrágora”, una comedia de enredos y de engaños, donde esta hierba muestra su popularidad pero también sus efectos. La mandrágora, o droga de la muerte simulada, peligrosísima por la cantidad de atropina que contiene. La belladona, su droga próxima, se vende hoy como té.

15ª Es interesante, con todo, que las solanáceas alucinógenas se encuentran hoy clasificadas en las farmacopeas como útiles plantas medicinales, y no como estupefacientes peligrosos. Desde 1330 a 1700 fueron una encarnación diabólica, generaron un número considerable de consumidores, crearon una fe en su poder sobrenatural y, desde luego, llevaron al suplicio y la hoguera a muchísimos europeos.

16ª A fines del siglo XIX, en París, apareció una nueva escena que desarrollaba estados subliminales: “hipnias” o “hipnosis”, sueños, angustias extremas, histeria. Propiciaban estos estados como posibilidad de búsqueda, esbozando nuevos hábitos sociales, que reflejaban estas inquietudes. El Café parisino reunía esas tendencias exóticas y ofrecía en sus mesas café, hashish, canela, chocolate y cocaína, como parte social cultural.

17ª Según la droga elegida y el efecto buscado, se deduce la posición subjetiva del que busca y el estado a neutralizar. Estimulantes, para un sujeto que busca desdibujar cansancio y depresión, y atenuantes para la manía. El deseo de amplificar estos efectos atenuantes y estimulantes, ha llevado a la potenciación de las drogas naturales.

18ª La popularización de las drogas generó nuevos usos culturales: para el amor, para resolver conflictos, para exploraciones subjetivas, como búsqueda deliberada de nuevos espacios sensoriales, alucinaciones, la avidez de provocar estados especiales. Se abren nuevas necesidades y espacios sociales: según el efecto buscado, la sustancia elegida. La cocaína energiza y prolonga la actividad laboral; la marihuana y alucinógenos sirven para evadir.

19ª El uso del tabaco, originario de la cultura maya está presente en la vida social desde antiguo, si bien desde hace tiempo y debido, por un lado a lo dañino que resulta y por otro a la campaña de los gobiernos y medios de comunicación, está minorando su uso.

20ª  Habría que preguntarse sobre si el consumo o no de las drogas, desde el punto de valor social que se le da en estos momentos, condiciona en el sentido alienante favorable al sistema dominante en el primer caso, o por el contrario favorece la independencia racional de la persona.


21ª La legalización o no del consumo y por lo tanto de la venta de drogas es un tema en permanente debate tanto en la calle como en los gobiernos. Parece que se admite con más rotundidad que no se puede condenar al consumidor de las mismas, por lo tanto implícitamente se tendría que admitir la validez del consumo. De ahí se puede desprender que si se admite el consumo, indirectamente se está admitiendo la venta. El problema por lo tanto estaría en si la venta se realiza por cauces legales o por el contrario se sigue permitiendo el narcotráfico.

No hay comentarios: