lunes, 10 de octubre de 2016

“Residencia de Mayores, aparcamiento de personas o gran negocio del siglo”

Iniciamos la primera Tertulia de ésta cuarta temporada con el tema de “Residencia de Mayores, aparcamiento de personas o gran negocio del siglo”. Destacando de entre todas, las siguientes intervenciones:


1ª Hoy la vejez está suscitando muchos intereses en el conjunto de la sociedad, poniéndose de moda la Geriatría, la Gerontología y las Residencias de ancianos, dadas las expectativas de vida prolongada y sobre todo la posibilidad de generar un fuerte centro de negocios relacionados con las personas mayores.

2ª En tanto que las personas mayores se mantienen en la primera etapa de la mal llamada tercera edad, los mejor dotados pueden todavía revivir y ejercitar sus aficiones al teatro, a la pintura, a la música, pueden acudir a las Universidades de la Experiencia, claro está, siempre junto a otros y otras de su misma edad.

3ª Pero cuando la dependencia de los mayores se presenta como inevitable, entonces surgen las necesidades de verse atendidos por otras personas. Hasta no hace mucho tiempo eran sus propios hijos quienes asumían tal responsabilidad, pero con los cambios de vida implantados en la sociedad esto es cada vez más imposible. Es entonces cuando surgen las Residencias de Ancianos.

4ª Inicialmente fueron las propias Administraciones Públicas las que asumieron directamente la creación y mantenimiento de dichas Residencias, más como las Empresas privadas vieron el gran negocio que subyacía con la atención a los ancianos, rápidamente empezaron a proliferar Residencias privadas, abandonando las Instituciones Publicas tal misión pese a estar obligadas por Ley.

5ª Así aparecen con cierta frecuencia operaciones especulativas de compra y venta de grandes cadenas de Residencias de Ancianos, como consecuencia de los grandes beneficios obtenidos en dichos negocios.

6ª Referido a las Residencias privadas, es lógico pensar que al tratarse de un negocio, todo lo que den de menos en los servicios ofertados y contratados más beneficio se obtendrá, máxime teniendo en cuenta que dadas las condiciones físicas y mentales de los residentes no están para controlar y exigir dichos cumplimientos.

7ª Hay experiencias en Países Nórdicos de sustitución de las Residencias por ayudas a domicilio, resultando más económicas y sobre todo más humanas. Hemos de tener en cuenta que hay dos principios a los que nadie quiere renunciar: uno es la añoranza de tu propia casa, donde has criado a tus hijos y tienes todos tus recuerdos, y otro es el disponer de tu propia economía sin alterar en lo posible la vida de por si complicada de tus hijos.

8ª Hay desarrollados estudios de los que se extraen conclusiones alarmantes y vergonzantes que señalan que la vida de las personas que viven fuera de las Residencias, es decir en su propio domicilio, es más larga y de mejor calidad que la de las personas Residentes.

9ª Hay un elemento importantísimo por el cual los poderes políticos y económicos obtienen un beneficio indirecto de gran influencia para lograr sus fines. Este es el de la manipulación electoral sobrevenido por el voto cautivo de quien no está en condiciones de ejercerlo y que le es arrebatado por la Dirección de la Residencia o por personas influyentes del entorno de la Residencia.


NADIE ENVEJECE...

Nadie envejece porque tenga a sus espaldas
un cierto número de años.
Sólo se envejece cuando se dice adiós a los
ideales.
Los años arrugan la piel,
pero renunciar al entusiasmo arruga el alma.
Preocupaciones, dudas, desconfianza de sí,
miedo y desesperanza:
ésos son los largos, largos años
que tiran de la cabeza hacia el suelo
e inclinan el espíritu erguido hasta el polvo.
Eres tan joven como tu confianza,
tan viejo como tu duda,
tan joven como tu esperanza,
tan viejo como tu desaliento.
Mientras el mensaje de la belleza, la alegría,
la audacia, la grandeza y el poder de la tierra,
los hombres y lo infinito
lleguen a tu corazón,
serás joven.
Sólo cuando tus alas cuelguen inertes
y el interior de tu corazón
lo cubra la nieve del pesimismo y el hielo del
cinismo,
sólo entonces te habrás hecho realmente viejo.




Albert Schweitzer