Iniciamos la tertulia de este nuevo curso con el
tema “Historia y Función de las Drogas”,
recogiendo las siguientes intervenciones como más importantes:
1ª Parece ser que el uso de drogas es tan antiguo
como la humanidad, por no decir que es de uso corriente entre todos los seres
vivos. Es importante señalar cómo fue variando la utilización de sustancias,
qué significación se les atribuía y qué actores y prácticas sociales
involucraban. De esta manera, podemos distinguir tres períodos que conviven,
pero en los cuales la ingesta de drogas adquiere una significación peculiar: un
momento de uso religioso, otro de índole medicinal, y otro de utilización
social y cotidiana.
2ª las antiguas culturas de Europa y América solían
consumir hongos alucinógenos para provocarse estados excepcionales, con fines
adivinatorios. Las hierbas como el cannabis (que aparece tempranamente citado
en textos antiguos de la Biblia, por ejemplo en la tumba del rey Salomón), el
tabaco y el peyote como drogas presentes en las culturas americanas. También en
la secta árabe de los hashashins –los asesinos– utilizaban el hashish (hachís) de
manera ritual, para provocarse estados especiales de éxtasis religioso y
bélico.
3ª En cuanto a las culturas europeas clásicas, como
la griega, se puede mencionar la aspiración de sulfuros –presente por ejemplo
en el oráculo de Delfos–, con la que sibilas y sacerdotisas buscaban provocarse
alucinaciones para interpretar el material onírico y proveer anticipaciones de
futuro. Se trataba de un saber de los dioses sobre el futuro, sobre el destino.
4ª El trance casi bordea la muerte. El modelo es el
sueño, la creencia de que cuando el alma se independiza del cuerpo, viaja. En
esta línea, los egipcios consideraban la muerte como viaje o transmigración de
las almas, como reaparece en los mitos de Orfeo.
5ª De la medicina babilónica (5000 A.C.) datan
tempranas referencias al uso anestésico del láudano y el opio, prescripto en
tablillas de arcilla para soportar intervenciones quirúrgicas.
6ª La cultura egipcia es famosa por su
especialización en venenos. Producía sofisticados destilados de sustancias
puras: venenos, medicamentos, pócimas y elixires. La producción de
sustancias-drogas generó una industria-pharmacopea basada en los herbolarios,
que sistematizan las especies vegetales según sus usos y efectos. El más
famoso, el Pharmaton del griego Dioscórides, tiene 3000 años y clasificó 500
especies vegetales claves para la medicina griega, como el eléboro, la
belladona, la mandrágora.
7ª Hipócrates inicia la tradición de la medicina
drásticamente naturalista y definitivamente separada de lo sobrenatural. En sus
dietas destacó la nutrición y el aire que se respira como aspectos decisivos.
El vino era la medicina griega por excelencia: graduado, medido, combinado.
Como hallazgos dietarios se recomendaba la sopa-agua hervida y una receta aún
vigente: la tisana de hidromiel y vino caliente para combatir la ptisis o
resfrío.
8ª Hipócrates, al ser naturalista, no distinguía
entre lo psíquico y lo físico. La manía, melancolía, frenitis y delirio eran
para él formas de exaltación de la sensibilidad, cuyas causas naturales eran
los humores (bilis amarilla, bilis negra, flema) y sus características
(frío-cálido / húmedo-seco, agrega Galeno). Los estados psicopatológicos
básicos concebidos según la teoría humoral, se trataban con recursos
“farmacológicos” provistos por la pharmacopea.
9ª Para tratar la locura, médicos como Herófilo
utilizaban el eléboro blanco o negro, un temible vomitivo violento, que a veces
curaba y otras, mataba. Su uso estaba fundamentado en la idea de “expeler” lo
“tóxico”, a través de la provocación de vómitos y purgas. Por otro lado, para
lograr abortar se hacía uso del “torvisco”.
10ª Andrómaco –médico de Nerón– fundió la tradición
egipcia y la griega en complejas recetas de hasta 600 ingredientes que aún
figuran en libros de Pharmacopea del siglo XIX. Los saberes druidas de los
celtas, expertos en pócimas y ungüentos de vegetales, convivieron con la
medicina galena durante la Edad Media.
11ª La línea alquímica de origen egipcio y la
tradición galénica de la medicina latina siguieron decursos separados de la
medicina árabe, hasta que se fusionaron al reentrar en Occidente, a partir de
1300 con Arnaud de Villanova, quien en sus frecuentes viajes de Valencia,
Barcelona y Montpellier, introdujo el alcohol como desinfectante y la
interpretación de los sueños para los diagnósticos médicos.
12ª Las costumbres de la vida cotidiana con
respecto al uso de drogas, registran recomendaciones médicas griegas para
eludir la melancolía. La eutimia se lograba festejando con amigos, la receta
era vida social y vino. El vino, adjudicado a Dionisio –de origen Fenicio, o
hindú según otros–, y la máquina de cerveza en la tumba de Tutankamen que inspira
la actual Tooth, revelan que ambas bebidas celebratorias son tan antiguas como
la humanidad.
13ª El vino era el centro de las fiestas
dionisíacas, donde festejar significaba tomar en exceso (dosificado y mezclado
tenía uso medicinal). En las reuniones de hombres, los grupos de guerreros se
organizaban alrededor del vino. Este ayudaba a vencer el miedo, a desafiar al
rival, con él aparecían iniciativas y actos heroicos impensables. Nuevos
espacios sociales, las Tabernas, dieron sede a reuniones para comer alrededor
de una mesa latina, costumbre que se prolongó en la Edad Media.
14ª Según cuenta Skakespeare en sus obras, en las
tabernas renacentistas se servía cerveza tibia con mandrágora rayada. De esa
época data la novela de N. Macchiavello, “La Mandrágora”, una comedia de
enredos y de engaños, donde esta hierba muestra su popularidad pero también sus
efectos. La mandrágora, o droga de la muerte simulada, peligrosísima por la
cantidad de atropina que contiene. La belladona, su droga próxima, se vende hoy
como té.
15ª Es interesante, con todo, que las solanáceas
alucinógenas se encuentran hoy clasificadas en las farmacopeas como útiles
plantas medicinales, y no como estupefacientes peligrosos. Desde 1330 a 1700
fueron una encarnación diabólica, generaron un número considerable de
consumidores, crearon una fe en su poder sobrenatural y, desde luego, llevaron
al suplicio y la hoguera a muchísimos europeos.
16ª A fines del siglo XIX, en París, apareció una
nueva escena que desarrollaba estados subliminales: “hipnias” o “hipnosis”,
sueños, angustias extremas, histeria. Propiciaban estos estados como
posibilidad de búsqueda, esbozando nuevos hábitos sociales, que reflejaban
estas inquietudes. El Café parisino reunía esas tendencias exóticas y ofrecía
en sus mesas café, hashish, canela, chocolate y cocaína, como parte social
cultural.
17ª Según la droga elegida y el efecto buscado, se
deduce la posición subjetiva del que busca y el estado a neutralizar.
Estimulantes, para un sujeto que busca desdibujar cansancio y depresión, y
atenuantes para la manía. El deseo de amplificar estos efectos atenuantes y
estimulantes, ha llevado a la potenciación de las drogas naturales.
18ª La popularización de las drogas generó nuevos
usos culturales: para el amor, para resolver conflictos, para exploraciones
subjetivas, como búsqueda deliberada de nuevos espacios sensoriales,
alucinaciones, la avidez de provocar estados especiales. Se abren nuevas
necesidades y espacios sociales: según el efecto buscado, la sustancia elegida.
La cocaína energiza y prolonga la actividad laboral; la marihuana y
alucinógenos sirven para evadir.
19ª El uso del tabaco, originario de la cultura
maya está presente en la vida social desde antiguo, si bien desde hace tiempo y
debido, por un lado a lo dañino que resulta y por otro a la campaña de los
gobiernos y medios de comunicación, está minorando su uso.
20ª Habría
que preguntarse sobre si el consumo o no de las drogas, desde el punto de valor
social que se le da en estos momentos, condiciona en el sentido alienante
favorable al sistema dominante en el primer caso, o por el contrario favorece
la independencia racional de la persona.
21ª La legalización o no del consumo y por lo tanto
de la venta de drogas es un tema en permanente debate tanto en la calle como en
los gobiernos. Parece que se admite con más rotundidad que no se puede condenar
al consumidor de las mismas, por lo tanto implícitamente se tendría que admitir
la validez del consumo. De ahí se puede desprender que si se admite el consumo,
indirectamente se está admitiendo la venta. El problema por lo tanto estaría en
si la venta se realiza por cauces legales o por el contrario se sigue
permitiendo el narcotráfico.