Se inicia la tertulia con el tema “Toros, ¿sí o no?”. De todas las
intervenciones cabe destacar las siguientes:
1ª Tal y como se recoge en el Reglamento Taurino
promulgado por Real Decreto 176/1992 son diversos tipos de espectáculos en donde
se encuentra el toro como protagonista. Es por ello que al tratar de suprimir o
no la presencia del toro en los festejos se tenga claro en cual de dichos
espectáculos se hallan motivos más claros para pedir dicha supresión.
2ª Lo que más favorece la petición de “toros no” es el ensañamiento con dolor
hacia el animal, que ayudado por la transmisión por medios televisivos hace
sentir ciertos recelos, por no decir nauseas, sobre lo que se está viendo. A
esto hay que añadir el dolor causado a las personas, incluida la muerte por
asta de toro; si bien en este caso tiene un cierto carácter voluntario.
3ª Por contra, quienes defienden “toros si” se apoyan fundamentalmente en
tres razones: una, la tradición vivida, otra, el arte y oficio empleado por
quien de alguna manera se enfrenta al astado. Desde Goya hasta Picasso, pasando
por innumerables poetas, han dejado huella de valores estéticos encontrados en
el “arte taurino”. Y una tercera de
carácter económico, pues son muchísimas personas las que de alguna u otra
manera viven del mundo taurino. De hecho el término Tauromaquia tal y como lo recoge la RAE indica que es el arte de lidiar toros.
4ª El sufrimiento del toro es evidente, ya que el
dolor y heridas con pérdida de volumen sanguíneo, etc, que se le infligen y por el miedo que se le
hace pasar así como el conflicto que se le genera al no poder realizar una
estrategia adaptativa que tienda a resolver la situación que se le plantea.
5ª Es cierto que tanto en España como en otros
lugares se esgrimen argumentos, la mayoría politizados, para suprimir las
corridas de toros. ¿Qué se perdería si triunfasen las tesis abolicionistas? Se
perdería libertad, verdad, cultura, arte y una fuente de inspiración de
artistas. Se ganaría en silenciar a una minoría, algo muy propio de regímenes
no democráticos.
6ª El uso de la palabra bien dicha (“la retórica”),
es verdad que vale en muchos casos para esgrimir argumentos que dependiendo de
cómo se dice y en qué momento y lugar, parecen tremendamente contundentes y
poseídos de la justicia. Sin embargo paralelamente se ocultan otros
razonamientos que pueden llegar a ser tan válidos como los primeros.
7ª Los abolicionistas de la fiesta taurina
manifiestan tener una enorme empatía y respeto por la vida de los toros y otros
animales, siendo muy loable esta toma de posición. Pero este derecho, saben que
no se puede hacer extensivo a la totalidad del mundo animal, de donde se puede
deducir que más que una toma de conciencia es un posicionamiento político a fin
de ganar espacio electoral.
8ª Del otro lado, quienes defienden la continuidad
del mundo taurino, apoyándose en una tradición de cientos de años se oponen
sistemáticamente a modificar el reglamento que pudiera, si no eliminar si al
menos minorar imágenes que de una u otra manera dañan o pueden dañar la
sensibilidad del espectador. Evolucionar para mejorar no tiene por qué ser
malo.
9ª Lo cierto es que al ser un tema tan
controvertido en el que se ven enfrentadas dos posiciones totalmente
antagónicas, la mejor solución democrática parece ser que todo siga igual y
quien quiera ir a los toros que vaya y quien no quiera ir pues que no vaya.
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