lunes, 19 de enero de 2015

“Productos Transgénicos”


Se inicia la Tertulia con el tema “Productos Transgénicos”. Cabe destacar las siguientes intervenciones de todas las propuestas realizadas:

 1ª Los alimentos transgénicos son aquellos productos modificados mediante procesos altamente cuidadosos de ingeniería en los que se les insertan genes exógenos de otras especies a animales o plantas. Sin duda este tipo de métodos para mejorar el linaje de las especies tratadas significa un avance importante para la ciencia; sin embargo, varias preguntas quedan expuestas al aire; ¿qué beneficios aportan los alimentos transgénicos?, ¿son seguros? y de ser así, ¿cuáles son sus posibles efectos? Antes de responder a dichas cuestiones hay que hablar un poco más acerca del surgimiento de estos productos modificados.

2ª Cierto es que desde la antigüedad se vienen realizando ensayos y puestas en práctica de mejoras en los seres vivos, sobre todo de plantas, a fin de mejorar la calidad y resistencia del producto finalmente obtenido.
A lo largo de la historia se ha demostrado la eficiencia del proceso de selección natural, un término empleado por primera vez por Charles Darwin en el que se describe como las especies de la naturaleza (humanos, animales, plantas y hasta microorganismos) se basan en procesos de selección donde se escoge como pareja sexual para la procreación, a individuos con características más destacables para garantizar una descendencia con mejores genes capaces de adaptarse de forma más eficaz al medio en el que se desenvuelven.

3ª La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora vegetal es que la manipulación genética permite franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala en que se nos involucra a todos en contra de nuestra voluntad. Además, la manipulación genética está basada en un modelo científico obsoleto y que está en entredicho. El sistema de evaluación de riesgos de la UE está repleto de trampas e irregularidades.

4ª El cultivo de transgénicos supone incremento del uso de tóxicos en la agricultura, contaminación genética, contaminación del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y ‘malas hierbas’, riesgos sanitarios y efectos no deseados en otros organismos. Los efectos sobre el conjunto de los seres vivos son irreversibles e imprevisibles.

5ª Algunos de los beneficios de los alimentos transgénicos, entre otros, son:
Alimentos con mejores y más cantidad de nutrientes.
Mejor sabor en los productos creados.
Mejor adaptación de las plantas a condiciones de vida más deplorables.
Aumento en la producción de los alimentos con un sustancial ahorro de recursos.
Aceleración en el crecimiento de las plantas y animales.
Mejores características de los alimentos producidos a la hora de cocinarse.
Capacidad de los alimentos para utilizarse como medicamentos o vacunas para la prevención y el tratamiento de enfermedades.

6ª Desventajas de los alimentos transgénicos:
Incremento de sustancias tóxicas en el ambiente.
Perdida de la biodiversidad.
Contaminación del suelo.
Resistencia de los insectos y hierbas indeseadas ante medicamentos desarrollados para su contención.
Posibles intoxicaciones debido a alergias o intolerancia a los alimentos procesados.
Daños irreversibles e imprevesibles a plantas y animales tratados.

7ª No se puede olvidar que hay que producir los alimentos necesarios para atender a toda la población del planeta, pero hay otros medios de realizar tamaña aportación. En primer lugar que la investigación esté controlada por los Gobiernos y no por los grupos empresariales, desarrollando normativas legales que velen en primer lugar por el interés de la población y no por los poderes económicos. No se puede obviar que la ciencia bien utilizada es y puede ser un beneficio incalculable.

8ª También se dispone de técnicas más artesanales como son los invernaderos, el riego por goteo y la práctica de injertos naturales. Es interesante la aportación del japonés Masanobu Fukuoka con su “Revolución de una Brizna de Paja” con la que mediante procedimientos enteramente naturales obtiene rendimientos y calidades superiores a los obtenidos por el sistema tradicional y por los procedimientos de alteración genética.

9ª La dinámica de puertas giratorias, paso de la empresa privada al gobierno y viceversa, ha estado al orden del día tanto en las administraciones del PP como del PSOE. La actual Secretaria de Estado de Investigación Desarrollo e Innovación, en el Ministerio de Economía, Carmen Vela fue presidenta de la Sociedad Española de Biotecnología con una apuesta clara por los cultivos transgénicos. En el anterior gobierno del PSOE, Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación, antes de ocupar este cargo fue la presidenta de ASEBIO, el principal lobby protransgénico en el Estado, con empresas como Monsanto, Bayer, Pioneer-DuPont entre sus miembros. Queda claro a quienes benefician las medidas que se toman en dichos departamentos. Y estos no son los únicos ejemplos.

10ª “El dominio de las grandes empresas sobre los transgénicos podría solventarse si se pusieran en manos de organismos oficiales como ya ocurre en Brasil y en India”
En ese sentido Daniel Ramón Vidal –que fue profesor de Investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y actual consejero delegado de  Biopolis S.L.– cree que “en la Unión Europea su comercialización está bajo sospecha por cuestiones que tienen que ver más con un debate ideológico que un debate científico. En los alimentos transgénicos comercializados se han llevado a cabo los controles sin que el hecho de ser transgénicos representen un riesgo mayor para el consumidor superior al del alimento convencional”.

11ª Trasgénicos, sí o sí. No nos dejan opción, parece. La Comisión Europea así lo impuso la semana pasada cuando decidió aprobar, pese al rechazo de la mayor parte de países miembros, el cultivo de un nuevo maíz transgénico en Europa: el TC1507 del grupo Pioneer-DuPont. Los votos en contra de 19 países, de un total de 28, en el Consejo de Ministros de la Unión e incluso el rechazo mayoritario del Parlamento Europeo de poco sirvieron. La Comisión argumentó que la mayoría contraria alcanzada en el Consejo, al no ser cualificada, era insuficiente para dar carpetazo a la propuesta. Así funciona la Comisión, que usa dicho mecanismo para imponer medidas impopulares. ¿Quién manda en Europa? ¿Los ciudadanos o los lobbies? (Esther Vivas – ATTAC España).

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