
Con el tema “Fracking”
iniciamos la Tertulia siendo de destacar las siguientes intervenciones:
2ª Las inyecciones en el subsuelo
para favorecer la extracción de petróleo se remontan hasta 1860, en la costa Este
norteamericana, empleando por aquel entonces nitroglicerina. En 1930 se
empezaron a utilizar ácidos en lugar de materiales explosivos, pero es en 1947
cuando se estudia por primera vez la posibilidad de utilizar agua.
3ª Junto con el agua se incluye
una cierta cantidad de arena para evitar que las fracturas se cierren al
detenerse el bombeo, y también se añade en torno a un 0,5-2 % de aditivos,
compuestos por entre 3 y 12 aditivos químicos. Los fluidos utilizados varían en
composición dependiendo del tipo de fracturación que se lleve a cabo, las
condiciones específicas del pozo, y las características del agua. Un proceso
típico de fracturación utiliza entre 3 y 12 productos químicos como aditivos.
4ª El proceso de fractura
hidráulica consume enormes cantidades de agua. Se ha calculado que se requieren
entre 9.000 y 29.000 metros cúbicos de agua para las operaciones de un solo
pozo. Esto podría causar problemas con la sostenibilidad de los recursos
hídricos incluso en países de clima templado, y aumentar la presión del consumo
de suministros en las zonas más áridas.
5ª Se sabe que hay al menos 260
sustancias químicas presentes en alrededor de 197 productos, y algunos de ellos
se sabe que son tóxicos, cancerígenos o mutagénicos. Estos productos pueden
contaminar el agua debido a fallos en la integridad del pozo y a la migración
de contaminantes a través del subsuelo.
6ª Un informe emitido en junio de
2011 por la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria
del Parlamento Europeo, concluye que con la fracturación hidráulica se produce
una «emisión de contaminantes a la atmósfera, contaminación de las aguas
subterráneas debido a caudales de fluidos o gases provocados por escapes o
vertidos, fugas de líquidos de fracturación y descargas no controladas de aguas
residuales, así como la utilización de más de 600 productos químicos para
liberar el gas natural».
7ª Un informe del Parlamento
Europeo recomienda su regulación y que se hagan públicos los componentes que se
emplean en los pozos de perforación. El Parlamento búlgaro prohibió su uso en
2012. En España, aunque el gobierno autonómico de Cantabria aprobó la Ley en la
que se regula la prohibición de la técnica de fracturación hidráulica, el Senado
nacional aprobó la Ley de garantía de suministro eléctrico, en la cual se
incluyeron los procesos de fracturación hidráulica como alternativa para
generar energía en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. A esta iniciativa se
sumó la modificación de la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco,
que permite la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales. En
Estados Unidos, varios estados, entre ellos Colorado y Texas, han legislado a
favor de que la información sobre la composición de los fluidos utilizados sea
pública.
8ª Un informe del Reino Unido
concluyó que la fracturación hidráulica era muy probablemente la causa de dos
pequeños temblores (de magnitudes 2,3 y 1,4 en la escala Richter) que tuvieron
lugar durante prácticas de fracturación hidráulica en abril y mayo de 2011.
Estos temblores fueron sentidos por la población local. Además, la frecuencia
de los seísmos se ha ido incrementando. En 2009, hubo 50 terremotos por encima
de magnitud 3,0 en el área de los estados de Alabama y Montana, mientras que en
2010 se produjeron 87. En 2011 hubo 134 seísmos en la misma área, un incremento
de 6 veces respecto a los niveles del siglo XX.
9ª Lo que parece un contrasentido es dejar abandonadas
las energías renovables y continuar exponiendo a los riesgos tanto físicos como
contaminantes; todo ello seguir favoreciendo estrictamente a los poderes
económicos. Aunque el “fracking” tuviera éxito, lo único que se produciría es
prolongar la dependencia de los combustibles fósiles, que son limitados e
incompatibles con el clima. Cuanto más combustible fósil quememos, mayor serán
los efectos del cambio climático
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